Siempre he amado la moda, la ropa, los tejidos y las texturas. Además de la vista, el tacto es el sentido que más me caracteriza. Y siempre he querido experimentar creando y vendiendo ropa, textiles, joyas, trabajando con materiales distintos.
Estudié y me gradué con especialización en Diseño de Moda en la Universidad Politécnica de Milán en 2012. Pero fue la experiencia de Erasmus en la India, en 2010, donde estudié diseño textil y me di cuenta que lo que más me representaba era el slow fashion, el opuesto de la frenética moda de masa occidental y del modelo productivo milanés.
Una vez graduada, decidí cambiar de ciudad y mudarme a Barcelona, con una maleta pequeña y con ganas de encontrar a mi destino. Los inicios no fueron fáciles, pero pronto encontré mi primer trabajo como diseñadora gráfica textil en una industria del Vallès, diseñando con éxito para marcas como Benetton, Etam, Calzedonia, etc.
Sucesivamente la vida me llevó hasta una pequeña imprenta y empecé a trabajar como diseñadora gráfica. Así fue como me enamoré de las miles posibilidades creativas de Illustrator y Photoshop: poder crear con un ordenador mundos imposibles, más allá de los limites de los volúmenes del cuerpo. En la imprenta diseñé miles de flyers y tarjetas y me inicié al diseño corporativo, descubriendo cuanto poder puede tener un símbolo, cuantas palabras e imágenes hay detrás de un «simple” signo. Sin embargo, añoraba trabajar en el mundo de la moda.
Así fue que decidí dedicarme enteramente al diseño de marca para diseñadores de moda y complementos, uniendo mis pasiones, diseño gráfico y moda, con la intención de ayudar a los creativos de la moda con empatía, pensando en lo que realmente necesitan, porque yo también soy parte de su mundo.
Desde entonces me he dedicado a crear marcas afinando cada vez más mi método de trabajo y haciendo de la interacción, el dialogo y la escucha pilares fundamentales para crear diseños que representen de verdad los valores de mis clientes y les hagan felices.
